Si no está familiarizado, la premisa de Resident Evil 4 es sencilla: Leon S. Kennedy, el genial y apuesto policía novato convertido en agente del gobierno que tal vez recuerde de sus aventuras en Raccoon City de Resident Evil 2, ha sido enviado a la España rural para localizar a Ashley Graham, la hija desaparecida del presidente de los Estados Unidos. Sí, es un tropo de "salvar a la princesa" pero, incluso 18 años después, su yuxtaposición con el género de terror y supervivencia sirve como una configuración inmaculada para las piezas del juego.